La arquitectura sostenible es aquella que tiene en cuenta el medio ambiente y que valora la eficiencia de los materiales y de la estructura de construcción, los procesos de edificación, el urbanismo y el impacto que los edificios tienen en la naturaleza y en la sociedad. 

Pretende fomentar la eficiencia energética para que las edificaciones no generen un gasto innecesario de energía, aprovechen los recursos de su entorno para el funcionamiento de sus sistemas y no tengan ningún impacto en el medio ambiente.

¿Qué es la arquitectura sostenible?

También conocida bajo el nombre de ecoarquitectura o arquitectura verde, este estilo arquitectónico combina las técnicas de la arquitectura tradicional con las mejores prácticas para preservar el medio ambiente.

De esta manera, la arquitectura sostenible emerge edificios, casas o cualquier tipo de infraestructura siendo responsable con el ecosistema que las rodea y, sobre todo, aprovechando los recursos naturales no solo para su construcción, sino también para las tareas y servicios básicos en el interior de la casa.

Características de la arquitectura sostenible

  • Considera las condiciones climáticas y los entornos para reducir el impacto de las construcciones en espacios concretos.
  • Utiliza exclusivamente materiales de construcción que sean sostenibles.
  • Cubre la demanda de los servicios básicos a partir de equipamientos adecuados para reducir el consumo energético a través de fuentes de energía renovable, como el agua o los rayos del sol.
  • Construye edificaciones útiles, sostenibles y, además, de gran atractivo visual, al pensar en la tecnología y eficiencia desde la fase inicial de diseño.

Beneficios de la arquitectura sostenible

  • Reduce la dependencia de provisión de servicios: como electricidad o agua, al estar pensada y diseñada para proveerse a sí misma de estos servicios.
  • Ofrece confort: las edificaciones construidas a partir de la arquitectura sostenible son atractivas visualmente pero, sobre todo, muy cómodas a la hora de hacer vida en ellas.
  • Disminuye costes de mantenimiento: aunque su inversión inicial puede llegar a ser costosa, la inversión se traduce a largo plazo, al ofrecer gastos operacionales reducidos y proveerse por sí sola de muchos servicios básicos.
  • Mejora los entornos: las edificaciones de arquitectura sostenible se convierten en ejemplos exitosos dentro de las zonas en las que se construyen logrando, de esta manera, mejorarlas y, sobre todo, siendo referentes para otras construcciones.

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